El cómo querer que luzca una vivienda es personal, a algunos les puede gustar una pared cubierta de piedras naturales u otros podrían pensar que la madera es lo más ideal. Existen muchos estilos, como los modernos, coloniales, clásicos o minimalistas, y estos son polos totalmente opuestos a los gustos de la persona que vaya a decidir sobre cómo se verá la casa de sus sueños.
Estructuras de la casa
Las preguntas más comunes que vienen a la cabeza a la hora de estructurar los espacios de la casa son ¿cuántas habitaciones necesito?, ¿quiero un patio amplio o pequeño?, ¿coloco baños en las habitaciones?, ¿cocina grande o pequeña?, así como estas hay muchas más.
Primero lo básico, toda casa debe tener lo siguiente.
- 2 o 3 dormitorios, 1 principal con baño y closet incorporado.
- 1 cocina junto a la sala.
- 1 baño en la zona de las habitaciones
- ½ baño en la zona social, es decir, sala de estar.
- 1 terraza, si gustas.
- 1 patio.
Luego de saber lo básico, se debe tomar en cuenta el zonificar los espacios.
La Zona social, que incluye: la sala, comedor, cocina, patio y terraza; la zona intima: las habitaciones y servicios higiénicos.
Por otro lado, hay que agregarle los accesorios o inmuebles necesarios, como los muebles, mesas, camas; en la cocina iría el lavaplatos, mesón, nevera, hornillas, etc.; en el baño, sanitario, lavamanos, ducha y bañera si gusta.
Beneficios
El simple hecho de tener una casa propia da un sentido de logro al poder alcanzar todas las metas personales y financieras más anheladas, y eso dará una mejor calidad de vida para toda la familia. Saber que se cuenta con un techo y que sea propio da una sensación de seguridad y protección.
Por otra parte, no se tiene que someter a estar mudándose a cada rato, debido a cualquier problema o subida del alquiler. Cuando se tiene una casa propia, la estabilidad de la familia mejora un 100%.
Y no hay que olvidar que a largo plazo esta inversión seguirá siendo segura y se valorizará año tras año.
El poder remodelarla y adaptarla a los gustos y necesidades propias vale la pena. Puedes adornarla, pintar las paredes interiores del color que quieras, tener mascotas o hasta poner tu piso de madera favorito ya que no tienes ningún tipo de limitaciones.
Realidades de tener una casa
Tener una casa propia es una responsabilidad financiara grande a largo plazo, debido a que hay que comprometerse con los impuestos, seguro, gastos de servicios públicos, mantenimiento y demás. Si no tienes unos ingresos seguros, construir una casa para luego mantenerla va a ser un tanto difícil.
Por obvias razones tendrás la responsabilidad de pagar todos los servicios básicos, mantenimiento de la casa y reparaciones, agregando que algunos puedes ser realmente costosos.
Si pediste un préstamo para realizar este proyecto y, llegando a lo extremo, si no haces el pago de dicho préstamo, el prestamista tiene el derecho de ejecutar la hipoteca. Esto quiere decir que perderías la titularidad de la vivienda.
A pesar de todo lo mencionado, una vivienda propia es el sueño personal de todas las personas, es la independencia de una familia, y genera muchos beneficios psicológicos y financieros.